a los perante acias, que ar de imen ieran nenos u vez la las caer blicalar la la fico de Taine o Claudio Bernard, el cual se limita al reconocimiento de los hechos y al establecimiento de las reglas de acción sugeridas directamente por dichos hechos. Este positivismo es modesto: sabe esperar: siempre espera, no cruzándose de brazos, sino prosiguiendo con inquebrantable constancia la rebusca de la verdad. No la verdad lejana, sino la verdad próxima: la verdad accesible. Este positivismo se abstiene ante los grandes problemas: se aplica sólo a los pequeños, que le parecen pequeños. Poco a poco va formando su cadena: si le falta un eslabón, no lo inventa, se pára a buscarlo. No es reaccionario ni es revolucionario; no es monárquico ni republicano; no es socialista ni ácrata; no es capitalista ni bolchevique. dél pertenezco.
Ahora bien, este positivismo está ante todo convencido de que los males evitables son producto de la ignorancia: que la salvación se hará por la difusión de la verdad demostrable: que, mejorados los individuos por la INSTRUCCIÓN positiva, se mejorará el conjunto: que la cristalización política idénilo ó343 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica