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nos importan las distinciones sutiles, que son la verdadera esencia de la verdad. En el ejército, de nada nos servía pensar con independencia, y hemos perdido el poder de juzgar por nosotros mismos. Nos hemos acostumbrado a la mentira como poderosa ar.
ma de guerra, sólo que la llamamos «propaganda. El resultado general es que sentiun entumecimiento horrible de cuerpo y alma. Mas confiemos en que sea sólo un fenómeno de reacción.
Volvamos ahora a la cuestión sus.
tancial: la guerra es el oficio de matar. Para poder adaptar a su tarea al tipo común del hombre, el ejército tiene que rehacerlo. Es este un propósito estricto y bien definido, y el molde es tan estrecho que nos tienen que meter a la fuerza, y tenemos que perder mucho de nosotros mismos pa.
ra poder adaptarnos.
El punto de vista disminuye el tamaño de las cosas. El humanitarismo se achica y convierte en patriotismo sectario. Todas las virtudes se definen en relación con la habilidad para matar. Cuanto la aminore es vicio; cuanun que ini.
se nos ada 227 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.