efensa cemos dos los los reizá la la nese les. indipismo pasión penas ajunto e ese esto ra de habría varios puntos de vista individuales, pero con todo eso, más real que el peligro y más valioso que la vida.
Cuando in soldado parte a tomar una trinchera, pierde toda conciencia personal y toda voluntad propia. Al terminar la angustiosa espera, se aba.
lanza con todo el ímpetu de la emo.
ción contenida. Va animado por el odio de la multitud y se arroja a ciegas contra el enemigo. Las reacciones habituales que adquirió en el curso de su preparación dirigen sus movimientos. Todo lo ve rojo y así combate.
Después no recuerda nada, salvo una in presión general de horror. Mas, cuando tiene que permanecer inactivo durante largas horas soportando un bombardeo, o cuando tiritando y hambriento tiene que permanecer despierto en una trinchera lodosa o una cueva llena de ratas, entonces es la causa la que lo sostiene y la que decide la de.
rrota o la victoria.
vrta y creenro en en ase houndaramos nento a en vagaa una desde 219 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.