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los prisioneros ingleses regresaron de Ale.
mania, el ministerio de guerra destino a un gran número de ellos a servir de guardas de los prisioneros alema.
en Inglaterra. Naturalmente, la mayoría de la gente pensó, unos con temor, otros con deleite, que serían vengativos, que tratarían de desquitar.
so y que los prisioneros a su cargo iban a pasar walos ratos. Pero, según nos dijeron los mismos prisioneros, sucedió precisamente todo lo contrario.
Los nuevos guardas fueron mucho más considerados que los antiguos, los cuales eran casi todos ancianos que nunca fueron al frente de batalla. Como individuo, el soldado inglés sencillamente no tenía por qué ser vengativo; pero en masa era distinto. El ejército inglés odiaba al alemán con un odio ciego, feroz, mortal.
El segundo factor importante fué la fe en la propia causa. En último aná.
ligis, toda la moral descansaba en esta creencia. también ésta fué colecti.
va. En el ánimo de los distintos individuos la causa estaba representada de una manera diversa: la salvación de la civilización, el honor de la pa217 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica