absoluta, son los escollos donde han ido a estrellarse todas las esperanzas republicanas. Libertad sin licencia, autoridad sin tiranía; tales son los ideales de Bolívar. En vano lucha por ellos, entre generales ambiciosos y pue.
blos desordenados. Comprende antes de morir, la vanidad de su esfuerzo. Los que han servido a la Revolución exclama han arado en el mar.
Si fuera posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, éste sería el último período de la América. Denuncia la miseria moral de estas nuevas repúblicas con la crudeza de los profetas hebreos. No hay buena fe en América ni entre los hombres, ni entre las naciones. Los tratados son papeles; las constituciones, libros; las elecciones, combates; la libertad, anar.
quía; la vida, un tormento. Este pesimismo, que fué el credo de su madurez, se fundaba en el implacable análisis de los defectos americanos. Comprendió la originalidad y los vicios del nuevo continente. Nosotros somos decía un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares; nuevos en casi aunque, usos de ro el es mo cua Romano un sist interese «Ni nos suceda brillo de dando.
crisálida la existe al fin las raza dad del Mienti pias, im tutos la dos Unic mocracia condicio somos el indios, los abor canos pc derecho, de dispu 150 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.