son existente y se acercan con ese fin cada vez más a la naturaleza para ex.
plorar sus secretos más íntimos. El determinismo corresponde a una época madura en la vida de la humanidad y en la vida de los hombres. Los ni.
ños y los salvajes denotan despreocupación e ignorancia de las causas; sus interpretaciones de la realidad imaginarias y fantásticas; viver eternamente, lo mismo que los débiles de espíritu, en el mundo del milagro. En cambio, el hombre culto va descu.
briendo en todo una admirable armonia.
En todas las cosas resuena el canto de la naturaleza que dice al espíritu, como un niño encantado, cuánto hay de maravilloso en lo existente; es un espectáculo que llena el corazón de una emoción de regocijada congoja.
Por eso se ha hecho el elogio del determinismo, partiendo del fenómeno de la ley natural, del orden admira.
ble del Universo.
a De La Espiga.
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