No tardó en generalizarse la miseria. Los resultados desmentian diariamente en las diversas industrias las esperanzas concebidas; pero el Gobier.
no, erre que erre, obstinose en proseguir la experiencia durante quince años. Al cabo de ese tiempo sobrevino la muerte del Emperador Chen Tsung, que había permanecido fiel al audaz innovador, a pesar de todo, a despe.
cho de ciertos momentos de duda. La Emperatriz Regente, asustada de los clamores contra Wang. ngan Ché, desanimada por el fracaso de sus planes, abandonóle y volvió a llamar al anterior Ministro, Ssé ma Kuang, hombre igualmente notable, de ánimo fuerte, y resuelto adversario de las reformas de su sucesor. Esta sustitución se realizó de la manera más cortés, porque los dos hombres de Estado habían rivalizado siempre en generosidad uno con otro. Pero apenas separado del poder Wang. ngan Ché, hundióse de un tirón todo su sistema, y Ssé ma Kuang se apresuró a borrar hasta las últimas huellas de él.
Jamás hubo reformador ninguno en condiciones más favorables. Todo lo 89 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.