ción por la revolución. Su objetivo sólo es, por ahora, destruir todo lo esistente.
Otra víctima de los raſos Acaba de morir el doctor Adolfo Leray, ilustre radioterapeuta francés.
En 1901 fundó un centro radiográfico en el Hospital Saint Antoine, en donde su abnegación rayó en santidad. Durante la guerra, dejó su laboratorio, para ir a radiografiar en el campo de batalla a millares de soldados heridos.
Así contrajo la inevitable radiodermitis que lo mató. Fué un héroe que despreció el dinero cosa más rara aúndespreció la gloria. Cuando un grupo de admiradores quiso lla la atención pública sobre sus virtudes, él protestó dulcemente diciéndoles. No olviden que la luz fuerte 110 me atrae: yo me he dedicado a los pálidos rayos 84 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.