humanos. preciso será que nos demostréis de qué manera se podrá rea.
lizar este programa y cuál será el manantial inagotable de la riqueza pública.
De otro modo, con harto pesar nuestro, no podremos tomaros en serio. puesto que os negáis a describir vues.
tra sociedad futura, conservaremos mientras tanto la nuestra a pesar de todos sus defectos y de todos sus ma.
les, porque ignoramos (y vosotros también) si no serían mil veces mayores en esa nueva sociedad que os proponéis crear, sin tener aún de ella claro concepto.
De nada sirve responder, como lo hace Enrique Ferri (op cit. pág. 129. que tampoco sabía a dónde iba el ter.
cer estado en Francia cuando preparo la Revolución. El tercer estado podía engañarse en sus previsiones, y, en efecto, se equivocó en algunas de ellas: no previó el Terror, ni el Consulado, ni el Imperio. Pero el tercer estado te nía un programa concreto; todas sus intenciones eran prácticas y bien de.
terminadas. No se prometía conquistar lo que una resistencia harto floja le 82 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.