Socialism

nosotros mismos estemos convencidos de lo vacío, falso, odioso, contradicto.
rio y absurdo de la doctrina socialista. Preciso es que arranquemos bruscamente a los socialistas la careta de ciencia con que se cubren. Sin esto, se verá repetirse hoy el mismo fenómeno que al final del siglo pasado. 1)
Entonces, como ahora, las ideas de una revolución social habíanse difundido en las clases más altas de la sociedad. Desde allí, desfiguradas y echadas a perder, bajaron primero a las capas inferiores de la clase media, y, por último, al pueblo. No fué él (el tercer estado) quien hizo por sí mismo la revolución: al principio siguió a algunos nobles venidos a menos y entrampados, quienes le mostraron el camino; después fue cuando consiguió el predominio, pero údicamente porque el Rey y la nobleza se abandonaron. Para conducirlo a desear y luego a realizar una mudanza, fué preciso que quienes tenían el mayor interés en impedirla fuesen los prime.
ros en predicarla; que quienes tenían (1) Esto fué publicado en el siglo xix, hace más de 25 años. Nota del copista. 58 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.