tica que domina ahora a toda la nación. La mayor parte de la gente que se precipita a escape de arriba abajo por las calles no sabría decir a qué obedece esta excitación. Su conducta no tiene nada de racional, y muchas de aquellas personas se sentirían quizi más satisfechas si permanecieran en casa dedicadas a algún quehacer provechoso. Obedecen a un impulso imitativo que las empuja a la carrera desenfrenada: carrera inútil, extravagante y homicida.
La época actual adolece de la neu.
rastenia originada por la guerra y el industrialismo, y este estado nervioso ofrece ancho campo a la propaganda, que es simplemente una forma de imi.
tación. Los neurólogos saben que es rasgo característico de la neurastenia y la excitación nerviosa ceder a la influencia poderosa de la sugestión, y que los atacados son más propensos que cualquier otro individuo al ioflujo del ambiente. Este contagio mental puede difundirse como el mal olor en los hospitales o sanatorios; y cuando se presenta en escala pandémica, es52 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica