0 1e a a e e e también convendrá sufrir dieta unas veces, y tomar otras, comidas abundantes, pecando más bien por exceso que por defecto; y asímismo, será útil tener una vida muy activa alternada con un régimen más sedentario, cuidando de acercarse con preferencia al primer extremo. Tal es el medio de dar a la naturaleza lo que pueda satisfacerla, conservándole al mismo tiempo bastante vigor para ejecutar o so.
brellevar las cosas más difíciles y penosas.
Entre los médicos, hay unos que son demasiado indulgentes con el enfermo, y que atendiendo los caprichos de éste más de lo que conviene, se separan muy fácil y frecuentemente de las reglas de un tratamiento regular y metódico, olvidando sin duda que al transigir con el paciente transigen también con la enfermedad.
Otros, por el contrario, son demasiado rígidos y esclavos de las reglas de la ciencia, y por no separarse de éstas, no conceden nada al temperamento individual, a la situación o a las circunstancias particulares del enfermo.
Llamad a un médico cuya marcha sea e 35 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.