«la acción más inocente y venerable del mundo. hacen pensar en Benardin de Saint Pierre. Ese gran orador tenía, hasta cierto punto, una alma de niño.
Su socialismo no le debía nada al odio ni a la envidia. Jaurés no es amargo ni vindicativo como Jules Vallés. En fin, es un republicano de 1848 que ha creído encontrar una panaced en la famosa socialización de la propiedad. El medio es quimérico, pero como lo ha mostrado muy bien LévyBruhl, la inspiración general de Jaurés procedía menos del marxismo que del viejo democratismo y humanitarismo francés. Jaurés mismo anunciaba en el prefacio de su Histoire de la Révolution, que él completaría a Marx con Blichelet y con Plutarco.
En la Escuela Normal, como direc.
tor, había probado su poca aptitud práctica y administrativa. Desde esa época no entendía nada en cuestiones de dinero. Toda su vida fué un lírico soñador, a quien su magnífica elocuen.
cia había arrastrado y extraviado un poco en la acción. Versión de Colombia. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica