Jaurés quiere, pues, que el Arte se exteriorice sin vapos escrúpulos. La poe.
sía doblada, intimista, susurrante, re.
servada a un pequeño círculo de ini.
ciados, no es de su gusto. Nos recuerda las palabras de Michelet. Si todos las seres, inclusive los más humildes, no entran a la ciudad, yo me quedaré fuéra. Exclama. Qué día aquél en que la palabra humana, palabra de justicia, de dulzura y de esperanza, pudiera en efecto tranquilizar, conso lar, exaltar a todos los seres! Dejad entrar, pues, en el sueño de elocuencia del gran orador, así como en el sueño de fraternidad del gran pensa.
dor, al espacio y a la multitud.
Su filosofía panteista es una poesía filosófica, más bien que una filosofía propiamente dicha. Jaurés era, en un sentido, sumamente religioso. Era opti.
mista en la doctrina como en la práctica. Ciertos pasajes de esta tesis en que habla de los «goces tranquilos y sanos relacionados con la nutrición y en que explica que beber agua es Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.