de las Siete Partidas, de que jamás oyera hablar aquel pobre diablo de emperador.
UN GENEROSO PROTECTOR DE NACIONES La República Dominicana, hacia prin.
cipios del siglo xx, tenía sus pequeñas deudas, como cualquier hijo de vecino.
Los yanquis, muy zalameros, se presentaron allí con varios talegones y le hablaron a la incauta republiquilla del modo siguiente. Tú tienes acreedores diversos, nos.
otros somos tus mejores y más desinte.
resados amigos. Toma veinte millones, págale a todo el mundo y débenos a nosotros exclusivamente. Nosotros no te molestaremos por el cobro. Somos tus protectores naturales. Acuérdate de Monroe. America for americans. La República Dominicana sonreía, encantada. Es más, continuaron los Estados Unidos: para evitarte trabajos y dolo.
res de cabeza, nosotros recaudaremos tus rentas de aduanas, pagaremos los intereses y amortizaciones de los veinte millones; es decir, nos pagaremos y te daremos el remanente para las ne508 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.