Yo me permito cambiar la fórmula, y os digo. No tengáis novio nunca hasta que estéis seguras de estar verdaderamente enamoradas, y en cuanto estéis seguras de vuestro amor, casaos con él. Pero «hay que estar seguras. y sobre todo, no hay que dar nombre de amor a juegos de amor propio o pasajeras emociones producidas por el malsano ambiente de un baile, una charla, una rivalidad entre chiquillas.
En el verdadero amor hay y debe haber dos elementos: atracción física y alta estimación moral; sin uno o sin otra, comprometerse en una aventura amorosa es locura y predestinación de segura infelicidad. El matrimonio es todo perfecto, cumbre de la humana felicidad cuando es un matrimonio verdadero; es infierno en vida cuando se desacierta en él. Guardad vuestro amor para vuestra felicidad y esperad con paciencia y reverencia, no malgastandd el tesoro en aventuras vanas!
Buscad un hombre y encontraréis un hombre; pero que encuentre él en vos.
otras una mujer, porque la vida que habéis de andar juntos no es juego de 458 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.