Todo periódico destila intolerancia, como un alambique destila alcohol, y cada mañana la multitud se envenena con los sorbos de ese traidor veneno.
Por la acción del periódico es por lo que se agrian los viejos conflictos del mundo, y las almas «desevangelizadas. se hacen más rebeldes a la indulgencia.
La sociabilidad suaviza y redondea constantemente las divergencias humanas, como el río redondea y alisa to.
dos los guijarros que en sus aguas ruedan, y la humanidad que una gran cultura y la vejez han formado dócil.
mente sociable, tendería a una pacifi: cación suprema si cada mañana el pe.
riódico no avivase los odios de Principios, de Clases, de Razas, y con sus gritos no los azuzase como se azuza a los mastines hasta que se enfurecen y muerden. El periódico ejerce hoy todas las funciones malignas del difunto Satanás, de quien heredó la ubicuidad, y es, no sólo el Padre de la Mentira, sino también el Padre de la Discordia.
El es quien por un lado inflama las exigencias más voraces y por otro suministra cal y piedra a las resistencias más inicuas.
446 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica