ocupación ordinaria. Quizá ésta no alcanza a suministrarle ingresos suficien.
tes, y así piensa en utilizar alguna parte del tiempo libre, para llevar a cabo otra empresa que le procure una renta adicional o la distracción que no halla en su trabajo ordinario.
Este modo de proceder es juzgadu de muy diversas maneras. Patronos hay que prohiben a sus empleados ocupar el tiempo libre en ningún negocio adicional; otros censurarán al enpleado recordándole el adagio que dice. Quien mucho abarca poco aprieta. y no fal.
tarán en cambio personas interesadas en negocios secundarios que tratarán de convencerle de las ventajas que alcanzaría si tomase parte en ellos.
En realidad, no cabe conceder gran vaior filosófico a ninguno de estos argumentos, porque están bastardeados por el interés personal o por la irreflexión.
Materia es ésta en que se corre gran peligro de equivocarse al dar consejos, sean prácticos o teóricos. Muchos honi.
bres han hallado su vocación ensayando diversas ocupaciones en sus horas libres, mientras no pocos se han dejado extraviar por el empeño de trabajar a 424 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.