ajuste que buen pleito» y «no hay guerra en que no se acabe por donde habríase debido comenzar. Hoy, toda vía peor: no hay guerra en que no se arruinen por igual los principales adversarios. Qué tremenda responsabilidad, pues, la de quienes lanzan a un pueblo a la matanza sin haber agotado antes todos los recursos posibles de pacífico arreglo!
Todo hombre, todo pueblo, necesita arrimarse en alguna forma a otro más fuerte. Así se mantiene la familia, así se mantiene la empresa industrial, así se mantienen la ciudad, la patria, la sociedad de las patrias. El buen juicio de cada uno se revela en la elección del árbol a cuya sombra ha de cobijarse.
La desventura de Costa Rica su desvanecimiento etnográfico. culpa será de quienes, obligados a escoger entre Inglaterra y Estados Unidos, han optado por los últimos. Hay alguien que de veras no vea la diferencia entre Ni.
caragua y Portugal, por ejemplo, o entre Santo Domingo y Jamaica? de marzo de 1921.
418 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.