desde hace un tercio de siglo. La justicia, toda la justicia está de nuestra parte; pero, por lo mismo, me pregunto. Era absolutamente inevitable la.
ruptura de la paz? Hago la pregunta sin aguardar respuesta en estos días.
Rotas las hostilidades, el camino es ya uno solo: defendernos cono bravos. agrego: sin ilusiones. Bien presentes tenemos los sucesos últimos de Europa.
Bien sabemos cómo la intervención fatídica de Wilson trocó en pérdida la victoria de los Aliados, exceptuada tal vez Inglaterra, que supo salvarse a tiempo. Bien conocemos la amargura de cuantos, más allá del Atlánticoempuñaron sinceramente las armas en defensa del Derecho, como hemos de empuñarlas ahora en Costa Rica.
Cabe, sin embargo, una débil esperanza. El día cuatro de este mes cambiará el gobierno de los Estados Unidos, de quien depende el de Panamá, y este cabio puede muy bien no serlo simplemente de personas sino también de prácticas y doctrinas.
En la sociedad de los individuos y en la de las naciones. más vale mal 417 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.