diano agobia a la gran mayoría. Para alimentarse, para vestirse, para poner en marcha otra vez las máquinas y dar trabajo a los obreros hay que comprar fuéra. como nosotros no pode.
mos vender al extranjero sino en una proporción muy inferior, nuestras compras resultan onerosas, nuestras deudas se agravan, nuestro crédito disminuye. Los acreedores se han con: vertido hoy en deudores.
El oro se ha hecho invisible en nuestro país; una cantidad considerable de papel circula en su lugar, y representa entre cinco y ocho veces su valor.
El reparto de la riqueza en todo el orbe, la Economía general del mundo, la Economía particular de cada Estado, el valor del dinero, la nataraleza de los cambios, las condiciones del trabajo, todo ello está trastornado. El surgimiento brusco de la paz no ha podido tan siquiera detener a nuestros países en la carrera vertiginosa a que les había precipitado la guerra.
Los destrozos morales que ha produ.
cido no son menos graves, si bien sean de naturaleza más delicada para percibirlos y para definirlos.
399 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.