Pero quizá el efecto más profundo y vital que las emociones causan en el organismo, consiste en lo que ellas hacen en el poder secretorio de las glándulas sin conducto, esos maravillosos reguladores de la máquina de nuestro cuerpo. cuyas funciones casi superan la fisiología y tocan los límites de la metafísica. Ellas son las que emiten la secreción necesaria que proporciona estímulo para el trabajo. Ellas proveen de incentivo para esa esencia material de la vida del cuerpo, que es el movimiento, y sirven para hacer de la acción una fuente de placer y satisfacción. Ellas cuidan de sostener nuestra cabeza hacia arriba, tanto física como mentalmente; por lo que, todo lo que estimula el bienestar físico conduce igualmente al bienestar mental.
Las emociones agradables hacen que los flúidos digestivos sean más libremente secretados, como lo demos.
traron el Prof. Pawlow y el Dr, Cannon en sus experimentos con perros. Porque cuando estos animales eran espantados, o simplemente inquietados, los músculos de sus estómagos se paralizaban temporalmente, los jugos digestivos se 390 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.