mesa había y clavarlo con furia loca en el pecho del infeliz molinero, que ni pudo prevenir ni defenderse del inesperado arrebato.
Sólo al ver el cuerpo desplomado, desangrándose por mil heridas, volvió la razón a sobreponerse en el endiablado espíritu del penitente. Comprendió con horror cuánta fué su soberbia al creerse superior en malicia a Satanás y cómo por haber escogido el me.
nor de los tres pecados había caído en los tres por aquel solo.
Este es un antiguo cuento italiano que Miss Spinster tradujo al inglés para ser publicado en el boletín de una Sociedad de templanza, y que ahora se ofrece traído a nuestra lengua; a los muchos que, no teniendo ya que reformar en su vida y costumbres, sólo procuran en cualquier ocasión reformar las del resto de la humanidad. La gloria de Dios sea con ellos, que de la gra.
titud ni enmienda de los hombres em: pecatados poco han de lograr en este pícaro mundo, que tantos años lleva de pícaro para que pueda esperarse de él mejoría.
JACINTO BENAVENTE 384 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.