bien colmado delante, y por salir más pronto del mal paso, en menos que se dice, se lo embuchó muy lindamente, no sin espanto del buen matrimonio que al ver tan cumplidas despachaderas, no pudo menos de sonreir malicioso. Es verdad que se deja beber, hermano? Si le pide el cuerpo otro disciplinazo no lo deje por vergüenza de pedirlo, que nos sobra la voluntad para ofrecerlo sin que se pida. con el mismo agrado volviéronle a presentar lleno el jarro, y con el mismo aire volvió a vaciarlo con gran algazara de molinero y molinera, que esta vez soltaron ya la risa sin miramiento.
Fué primero una caricia cosquilleante por todo el cuerpo; fué después una locuacidad dicharachera; fué después on himno a la vida y a la Naturaleza toda, como el mismo santo seráfico de Asís no lo entonara nunca en su más amorosa exaltación; fué, por último, abalanzarse sobre la molinera como bruto en celo, y fué la indignación de mujer y marido que a un tiempo, y con igual denuedo, la emprendieron a gol.
pes contra el santo, y fué apoderarse el santo de un cuchillo que sobre la 383 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.