dudar de la misericordia de Dios, aceptó complacido. Un solo pecado. Cuál ha de ser. Quiero ser generoso. Puedes elegir cualquiera de los tres que voy a pro.
ponerte: un homicidio, el pecado de lujuria o el de la embriaguez. Escoge.
El Santo pudo creer que Satanás se había hecho tonto. Yo te prometo embriagarme. Pecado venial; ya ves a qué poca costa puedes verte libre para siem.
pre de mis asechanzas. Satanás se alejó para siempre del santo solitario.
Dispuesto a cumplir su palabra encaminose al punto el cenobita hacia el poblado más cercano, seguro de haber conseguido la tranquilidad de su espíritu y la salvación eterna a cambio del venial pecadillo. la entrada de un lugarejo halló un molino, y a la sazón molinero y molinera, en descanso, merendaban al aire libre, a la sombra de un empa.
rrado, en un huertecillo lindante con el molino. Cambiáronse saludos y ben.
diciones, y no sin un poco de cortedad y turbación atrevióse el santo a pedir un trago de vino; pusiéronle un jarro 382 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica