para nosotros. Cuáles son sus leyes. qué tiende, a qué conduce? Cuestiones arduas todas, a las que importa buscar una respuesta para no vivir como brutos inconscientes, que siguen sus impulsiones orgánicas sin tener ideas sobre su origen, su naturaleza y su fina.
lidad y sin sentir la necesidad de comprender lo que hacen ni de saber a dónde van Jamás ha sido tan necesario como: ahora el iluminar siquiera un poco la profunda oscuridad en que la pobre humanidad sigue a tientas un sendero desconocido que va orillando abismos espantosos y sembrado de piedras, en que tropieza dolorosamente a cada paso.
Al contemplar el espectáculo actual del mundo, hasta espíritus nada inclinados por su índole al pesimismo, desesperan del progreso, niegan su posibilidad y preguntan con amargura ¿para qué ha.
cer el menor esfuerzo? Hay que inclinarse ante la desolada sabiduría del Eclesiastés: Lo que ha sido será siem.
pre. El mal es eterno y el porvenir no promete ninguna mejora.
En ninguna época la humanidad ha sido más feroz ni ha sido tan feroz como 369 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica