vuestros aplausos, hallaréis, lo espero, en la visible turbación que me domina la forma más ingenua y expresiva de mi agradecimiento. Os habéis adherido espontáneamente a esta demostración en honor del huésped cincuentenario de los argentinos, sin reparar en lo excesivo de un premio tan despropor.
cionado a sus merecimientos; porque sabéis como yo que el homenaje, aun.
que otra cosa digan benévolamente sus iniciadores, más que a la mediana importancia de la obra, se dirige al largo esfuerzo del obrero, peregrino en tierra extraña, si bien mucho tiempo ha que ésta dejara de serle tal por la asimilación familiar y los afectos. No incurriré, por cierto, en la inelegancia de aparecer ensalzando a mis panegiristas y retribuyendo al contado los elogios exagerados que ellos acaban de prodigarme, aunque, hay que confesarlo, con vuestro culpable asentimiento.
De sus vibrantes oraciones de esta noche, sólo repetiré lo que me dictan vuestras recientes aclamaciones: a saber, que confirman brillantemente la justa reputación de sus autores.
De más estaría, señores, manifesta344 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.