Todos estamos dispuestos a recono.
cer la legitimidad de la presente reacción contra el positivismo, siempre que ella consista en combatir el ciencismo mezquinamente dogmático y en propi.
ciar una revisión de los conceptos fundamentales de la ciencia, para darle más amplitud y firmeza al entero edificio. Pero quien todavía pregone con el ya enterrado Brunetiére, aquella tan traída y llevada bancarrota de la más luminosa conquista del hombre, ofreciéndonos, en cambio del arma invencible que pretende arreba.
tarnos, la espada mocha de la visión mística. ése, o ingenuamente nos retrotrae a la declamación romántica, ociosa y estéril, o sirve subterráneamente a los sectarios que se oponen a la liberación y elevación del hombre en la tierra, tañéndole músicas celestiales. este propósito, señor, vuestro valiente libro Los que pasaban, a la vez piadoso y justo, habla fuerte y claro, y nos señala sin ambigüedad nuestro programa de acción. No he de comentarlo aquí, ante personas que, todas, lo han leído y meditado. El es la sín.
342 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica