oscuras fuerzas del pasado vuelven a librar batalla contra quienes anhelamos lina humanidad redimida de toda esclavitud material y moral, en Vos, señor, hemos encontrado de nuevo al maestro de los mejores días. No se ha torcido ni debilitado con los años vues.
tra fe serena en la razón, siempre aviesamente acechada por los fantasmas de la caverna y de la plaza y de la escuela, los temerosos idola baco.
nianos. La alta inspiración de Taine y de Renán, que alienta en vuestra obra y que desde temprano os armó de la fe en la ciencia y del instrumen.
to poderoso del método positivo, aún ilumina los dias de vuestra ancianidad ilustre.
Lei, Maestro, vuestro testamento filosófico con honda inquietud; pero icon qué pura satisfacción llegué a su térmi.
no! Perdonadme esta confesión irreve.
rente. Temí que también vos hubieseis flaqueado. Pero no: no nos habéis desam.
parado en el día de la prueba, desertando de nuestras filas, como tantos otros, o por miedo, o por decaimiento, o por interés, o por versatilidad, para pasaros al campo de los «convertidos. 341 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.