figura en contradicción con el espíritu francés, defiuido, sobrio, exacto, reglamentado, claro, terso y positivo.
Dicen también algunos que Hugo es nombre sajón. Por el padre pertenece a los Vosgos, tierra de gente teWaz; de allí heredó talvez su férreo heroísmo de voluntad. Por parte de madre, era de Bretaña, el reino poético de las siete florestas, de las cuales la más hermosa, la de Brocelianda, pertenecía de derecho a las hadas; quizá proceda de ahí su vasta y sombría imaginación. En el fondo todavía es bien francés y tiene las dos cualidades latinas, orden y luz. Hay simetría en su delirio, y sus más violentas concepciones están alumbradas por una luz interior.
Una grandeza muy francesa de Hu.
go, es su amplia clemencia, su infinita piedad por los débiles y por los peque.
ños. En esto influyó considerablemente sobre su siglo. Ciertamente que no inventó él la misericordia, pero la popularizó. En los mismos Evangelios hay aua mucha cólera; Jesús tiene palabras inexorables de condenación y de castigo. Hugo, en su vejez espe324 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.