a mo por el Maestro, de que no me quiero curar, me impide toda crítica lúcida y desapasionada.
Admiro a Víctor Hugo, amigo dío, exactamente como él admiraba Shakespeare, comme une brute. Le amo en toda su luz solar y en todas sus extrañas manchas; y aun ante aquellos aspectos de su vida y de su obra de los que todos se retiran impacientes o sonriendo, permanezco yo obtusa.
mente postrado. Soy, amigo, de los que creen hasta en la sociología de Hugo!
Ya ve Vd. que La Ilustración no tiene nada que ganar con las opiniones de una persona tan embrutecida en su superstición Ni sé siquiera, francamente, lo que Vd. desea averiguar: la influencia de Hugo en mi generación literaria se li.
mita a la influencia general que ejer.
ció en la literatura francesa, de la que la nuéstra es un reflejo un tiempo ingenuo y afectado. Mis más queridos camaradas de letras con excepción del poeta, hermano de Juvenal, que escribió La Muerte de Don Juan ni se impregnaron de Hugo, ni lo admi.
ran sino incidentalmebte, por su forta310 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.