por encontrar una salida y profesar libremente y con entusiasmo una creencia sin la compul.
sión de la lógica o de la conciencia. El hombre de ciencia puede ser profesionalmente crítico, y crédulo por temperamento, o puede ejercer sus aptitudes científicas en determinado campo, y abandonarlas totalmente en otro donde afecten su tendencia emocional.
TESTIMONIO DEL PROFESOR LOMBROSO Expresada en forma simple, la fórmula es aplicable sólo en casos extremos como el citado.
Matizada y atemperada a diversas circunstancias, se aplica a muchos casos, sin que destruya la admiración sincera de las magníficas dotes mentales asociadas a tales restricciones. Otro ejemplo encontramos en el profesor Lombroso, quien, después de «hacer infatigable ocupación de su vida la defensa de una tesis según la cual la fuerza es propiedad de la materia, y el alma, emanación del cerebro. pasó a la creencia en la verdad de las manifesta.
ciones del espiritismo físico y psíquico.
Se engulló de un golpe el bocado, creyéndolo todo, desde los golpecitos de la mesa hasta la materialización de los muertos y las fotografias y voces de los espiritus; todo cuanto, antiguo o nuevo, procedente de pueblos salvajes o civiliz los, robustecia su deseo de creer. Aceptó, aunque de segunda mano, la historia de que un niño llamado Yenker, de dos meses de edad, respondia a los golpecitos, y así por el estilo. Fué la famosa Eusapia 300 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.