Violence

leástica que admite vacíos y discrepancias sin estorbar al creyente ni revelarse con claridad a quienes tienen el privilegio de ver las dotes mentales. Las creencias directamente prácticas están exentas de costosa especulación. Si fueran groseramente falsas o raras, conducirían al de.
sastre al pronunciarse con demasiada violencia contra la dura realidad. Aun quienes sostienen que pensar en la posesión de un crédito de salud o un crédito bancario equivale a poseerlos, saben que sus giros sobre este capital no serán honrados por un mundo insensible. Aparte de ello, hay campo infinito para inversiones especulativas que rinden dividendos en la satisfacción que producen. Las creencias se alimen.
tan por discernimiento intelectual y por consuelo, y por motivos compuestos de ambos ele.
mentos.
En cuanto a la creencia en la comunicación con los muertos, habrá hoy como ayer, gracias a los servicios de algunos de los adeptos es.
pecialmente dotados, muchos creyentes de diversas clases que, impulsados en gran parte por su inclinación, no requieran pruebas nu.
merosas para aceptar ideas que son las suyas.
Tales mentes no demandan normas de lógica infexible, niacaso las comprenderían. Sólo cuando se encuentran muy por debajo del nivel aceptable, lláinaselas groseramente crédulas o candorosas. Mayor interés despiertan las men.
tes que tienen norma liberal aún más que li.
beral en sus creencias, pero que en casi todas 234 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica