festantes que exponían sus ideas en contra de la Unión. Me invitaron a decirles algo y tuve que hacerlo en ese mismo momento.
Les dije que siendo centroamericano, era para mí muy doloroso decir a secas que era antiunionista, y que por lo tanto razonaría un poco mi opinión. Creo, continué, que este problema no está bien discutido todavía, siendo de una gravedad muy trascendental. Así podemos ob.
servar que todos los intentos, todos los conatos, todas las prácticas que se han hecho en este sentido, han sido de una duración muy efímera y de muy poca seriedad. Esto no puede obedecer sino a falta de discusión del problema desde los verdaderos puntos de vista en que se debe considerar.
Registrando un poco la historia podemos observar, que se rompió la Federa.
ción en Centro América, se ha trabajado activa.
mente y en todo sentido por llegar a solu.
cionar el gran problema, sin haber tenido más soluciones prácticas que la Dieta de la República Mayor, formada por El Salvador, Hon.
duras y Nicaragua, y con la cual terminó Regalado con un solo tajo de su espada; y la Corte de Justicia Centroamericana, apoyada por Estados Unidos y mantenida por todos los Gobiernos de Centro América, la cual, fuéra de muchos banquetes y dispendiosos gastos, no hizò más que dictar dos sentencias que no valen el papel en que están escritas, pues nunca se cumplieron ni tienen valor alguno. Ellas son que desde 264 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.