Don Elías se detiene de nuevo, dulcificando su rostro y avivando repentinamente sus ojos, de esmeraldina fijeza. Nosotros adivinamos que el diálogo ha terminado, e inclinándonos para salir, lo abandonamos a su silencio, poblado de espíritus curativos, donde hay retortas y alam.
biques como en el «aquelarre» de Paracelso y Van Helmont.
Del Diario de Costa Rica, de diciembre de 1920 Opinión del Lic. Pérez Zeledón Deseábamos conocer la valiosa opinión del Licenciado don Pedro Pérez Zeledón, sobre el problema unionista del momento y él se prestó gustoso a dárnosla en la siguiente forma: Me encontraba hasta cierto punto contento de ver que mi opinión no había sido solicitada; pero tenía en mi conciencia el imperativo de ber de darla tan pronto como sé me solicitara. vea usted cómo se me solicitó: Estaba un día de estos en mi casa de Curridabat, cuando oſ una especie de tumulto o manifestación que andaba por las calles alborotando la tranquilidad de esos lugares. Traté de investigar y, como era, altas horas de la noche, no fué sino un pulpero el que me dijo que se trataba de una manifestación anti unionista. Fui a ver qué era la cosa y me encontré con un grupo de mani263 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica