os fenómenos del materialismo mundano. Sea como sea, nos parece que don Elías asienta la afirmación del fracaso potencial de las grandes naciones. No hay motivo prosigue para que la Italia del Sur viva a expensas de la Italia del Norte. El fenómeno externo ideal es el de la construcción del cuerpo, asociación de células y tejidos de naturaleza distinta, pero cuyas fun.
ciones benefician al organismo entero. Es hermoso, de verdad, decimos nosotros. Usted cree que se llegue a esa Jesidentidad armoniosa. Ciertamente. Por lo menos no soy el primero en pensarlo. Recuerdo que Ganivet soña.
ba establecer una separación en España, no como siempre la han pretendido quienes por esos arrumbaderos han pasado, sino tirando una divisoria de Este a Oeste de forma que afectara al mismo Portugal. 2) aquí dirijo a las repúblicas nuestras vecinas estas palabras del mismo Ganivet, citadas de memoria: La causa de la separación (habla de España y Portugal) no está en pequeños accidentes, sino en algo más hondo y que no conviene ocultar: en cierta antipatia histórica, nacida acaso de la semejanza, del estrecho parecido de los caracteres.
Lo sensato, pues, sería aplicarnos a destruir la mala inteligencia, a fundar la unidad intelectual y sentimental; y para conseguirlo hay que ENTERRAR PARA SIEMPRE EL MANOSEADO TEMA DE LA UNIDAD POLÍTICA ACEPTAR NOBLEMENTE, SIN RESERVAS NI MAQUIAVELISMOS NECIOS, LA SEPARACIÓN COMO UN HECHO IRREFORMABLE.
262 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica