el temor de los hijos y la economía de paternidad; es la causa de las abs tenciones electorales en los partidos moderados, del desdén que sienten por la política las clases medias, como si se pudiera prescindir de la política, y como si de los males que se le achacan no fueran los primeros culpables los que se encierran en la inacción de su egoísmo, contentándose con murmurar desdeñosamente con aire superior de los asuntos públicos. No quiero ver la enfermedad ni la muerte dice a su marido Hedda Gabler, la heroína más morbosa de Ibsen; evítame el espectáculo de todo lo que sea feo. y esta estética persona, en el momento de matarse por hastío, después de haber vivido para sí misma, nota que el ridículo y la bajeza han manchado como una maldición cuanto ha tocado en su vida.
El miedo marca en el rostro nueva raza de jóvenes que sólo parecen cuidarse de su salud y que, aun no digiriendo sino con ayuda de aguas minerales y de camomilla, no abren la boca sino para criticar y denigrar, no alaban nada, no desean nada, como si tuvieran en las venas sangre de pescado.
a esa 204 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica