tácitamente que las funciones del público se reducen a una paciente aquiescencia y aceptación de las determi.
naciones alcanzadas por el trabajo y el capital después de que estas entidades hayan arreglado entre sí sus diferencias.
Puede convenirse quizá que en el.
pasado había ciertas razones para esta parte en cierto modo innoble que se asigna al público, por cuanto jamás se rebeló contra esta situación ni la rechazó por impulso propio. Ha demostrado, por el contrario, una disposición constante considerar el conflicto entre el trabajo y el capital como asunto que no era de su incumbencia, con tal que no avanzaran los contendientes hasta la violencia material extrema poniendo en peligro la tranquilidad pública. Indudablemente cuando esta real batalla se desarrollaba en forma de huelga o paro, dejábanse oír en uno y otro lado ciertos vagos rumores acerca de la importancia de contar con el favor de la opinión pública en la controversia; pero la opinión pública a que se aludía no era la opinión pública en general con a 194 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.