0 y S a los r nación política, sino concretamente a los hombres con quienes se vive en solidaridad espiritual. No es patriota el que sirve a los déspotas o opresores, sino el que ama a sus con: ciudadanos, los respeta, los educa, los alienta, los dignifica, los honra, luchando por el bienestar de su pueblo, sacri.
ficándose por emanciparlo de todos los yugos.
Los espíritus egoístas son incapaces de amar la patria natural y se limitan a ensalzar la patria abstracta. Los que sirven al poderoso y consienten la injusticia son enemigos del pueblo, me.
recedores de odio, repulsivos; sólo pueden sentirse patriotas los que trabajan para la libertad y el bienestar de todo su pueblo, porque la patria no debe ser la celda del esclavo, sino el solar del hombre libre.
El culto de la patria, concebida como una abstracción jurídica ajena a la realidad social, suele degenerar en una fría simulación del sentimiento pa.
triótico. Concretarse a cultivar conceptos simbólicos, olvidando la justicia y la solidaridad entre los conciudadanos, es hacer traición al patriotismo. Man. e 177 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.