El prestigio solo, y muy poco la experiencia, es el elemento habitual de nuestras convicciones, científicas u otras. Los experimentos en apariencia.
más convencedores no han constituído nunca un elemento inmediato de demustración, cuando chocan contra ideas aceptadas ha largo tiempo. Muy caro lo aprendió así Galileo: habiendo reunido a todos los profesores de la célebre Universidad de Pisa, se imaginó probarles experimentalmente que, al opuesto de las ideas entonces admitidas, los.
cuerpos caen con igual velocidad, cualquiera que sea su peso, si una causa extraña no interviene en el fenómeno, a más de la gravedad. La demostración fué concluyente, pero los profesores se limitaron a invocar la autoridad de Aristóteles y no cambiaron absolutamente de opinión. Muchos años han transcurrido después, mas el grado de receptividad de los espíritus para las 163 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.