cremación de mujeres y niños, del tortor de la soga, de la caza de hombres en la sabana como si fueran animales salvajes, ni del arrastre de un anciano septuagenario a la cola de un caballo, a plena luz meridiana, en la plaza de Hato Mayor. Nosotros, no lo niego, conocíamos el fraude en los negocios y el robo al detalle en los fondos públicos; pero con la ayuda y las lecciones de varios extranjercs, nos perfeccionamos en el arte del engaño y en las dilapidaciones al por mayor. Un Cónsul americano, allá por el año 1887, nos enseñó a asegurar buques.
cargados de leña inservible como si fuera cargamento de buena caoba, los cuales se perdían en nuestros puertos sin que la más ligera brisa encrespara lasolas del Mar Caribe. Etc.
Diga el lector. Cometieron los borendos alemanes, en medio de la terrible guerra, actos de crueldad comparables a los de los «americanos» en la inerme: y minúscula Santo Domingo, bajo el go.
bierno de Wilson «el idealista. 158 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.