naturalmente se complacen las maestras jovencitas tan graciosas, por lo general, como ignorantes y los maestros o inspectores varoncs cuya edad no es de averiguar, puesto que los machos somos lascivos hasta el día mismo de la muerte?
El verdadero aristocrata no gusta de la ostentación. No desea que nadie lo crea más inteligente, mejor o más capaz de lo que realmente es.
Al hombre superior le apena ser elogiado en demasía. La adulación no lo complage, lo humilla.
El rasgo característico más saliente, talvez, de los Superiores, es su sosiego, su ecuanimidad. Tienen todos cierto aire de estrellas.
Todo ruido es desperdicio. El sol silencioso es más fuerte que el torbellino.
Es muy significativo el siguiente pasaje de la Biblia en que Dios Omnipotente se revela a Elías en la cueva de la montaña. Dice así: 147 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.