Mas, si al menos se lograse con semejante método un mayor desarrollo del cerebro, si este que le llamado órgano príncipe adquiriera con la tal escuela ventajas inasequibles con otros métodos; si los niños, aun contando con un cuerpecito endeble, pudiesen lograr con el tal método una gran cabeza que les hiciese aptos para escalar las cumbres a que el genio se remonta, habría cuando menos un asomo de razón para sacrificar lo inferior a lo más excelente.
Pues bien: hay que renunciar a toda esperanza por este lado.
Recordemos en primer lugar, que las células cerebrales como todas han de nutrirse con materiales aportados por otras entrañas, con las cuales están en continua relación por medio de la corriente sanguínea; así es notorio que para tener un buen cerebro se requiere un buen estómago, unos pulmones sanos, un corazón vigoroso y así de los deniás órganos de la economía, ya que todos colaboran a la salud general.
De suerte que con un cuerpo endeble 138 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.