mujer y menos hombre; al revés de lo que pretenden algunos modernistas.
El ex Presidente TEODORO ROOSEVELT con su brusquedad característica, solía decir. Un muchacho que no sea absolutamente viril no merece respeto alguno. Pues bien. cómo va a conseguir esto el muchacho teniendo por profesor en su escuela a una mujer?
Porque este es otro aspecto de la cuestión: la dificultad de encontrar per sonal apto para las tales escuelas mixtas. En vista de lo cual los autores americanos hanse inclinado en su mayoría a proponer el profesorado femenino en el régimen coeducacional.
Es que la experiencia ha venido a enseñar a los cándidos entusiastas los peligros que existen de confiar doncellitas de pocos años a un varón, aunque éste sea un profesor.
En las anteriores conferencias no he dejado de recalcar una y otra vez que no es posible resolver debidamente pro117 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.