Lo que hay es que las niñas por su mayor precocidad sentirán esta necesidad de relativo reposo cerebral mucho antes que los niños; así cuando más tarde venga la hora de sentir el niño esta necesidad, la niña habrá ya traspuesto la crisis de la edad y podrá volver al es tudio intensivo y disputar la primacía.
al muchacho. De donde fácilmente se infiere que, en clases bisexuales de niños de una misma edad, habrá a no dudarlo un bando fatigado en exceso; de los de 10 a 13 años será el bando femenino el fatigado; de los 13 a los 15 le tocará el turno del surmenage al bando masculino.
Aquí prescindo por completo de los ejercicios musculares que deben hacer los niños, y si convienen por un igual a profesor de Berlin, el Dr. Zimm, ha comprobado en manicomios de Berlin, Londres y Nueva York, el enorme contingente que dan a estas casas (manicomios) las maestras de escuela, en comparación al que dan las otras ocupaciones. Muchas causas pueden contribuir a esas enfermedades mentales; la principal el cargar las inteligencias femeninas de la carga máxima de tan múltiples y heterogéneas asignaturas, y poner sus cerebros a una tensión, enorme durante los estudios. etc» pág. 172.
104 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.