Pero, aun así, reclamaría yo el derecho de preguntar. Es acaso que de esto se deduce con rigor lógico que estas mismas cosas deban enseñarse de mancomún. Es por ventura preciso, para enseñar a ambos sexos las mismas materias, mezclarlos antes, de suerte que la enseñanza se dé, no ya tan sólo bajo un mismo techo, ni dentro una misma aula, sino que precisa la entera promiscuidad en un misino ban.
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Formularé todavía otra pregunta en que a mi juicio está todo el meollo de la cuestión bajo el aspecto pedagógico. Es que mezclados los sexos aprenderán más y aprenderán mejor? quien examine la cuestión de buena fe, debe desde luego parecer chocante que mientras por un lado la lerna pedagogía se muestra cada vez más convencida de la «dificultad de atemperarse a una muchedumbre de talentos muy diferentes por su extensión y por su indole. dificultad que ya BalMES había señalado con estas mismas pa84 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica