r sino de la deficiencia de nuestros medios de exploración; el día que logremos perfeccionar en su alcance los instrumentos de que ahora disponemos, no cabe duda que se han de hallar diferencias entre los sexos ya desde los primeros lineamientos de la organización. esto resulta evidente por cuanto, a pesar de las deficiencias apuntadas, viene pronto, muy pronto, un momento en que ya el ojo observador halla diferencias sensibles. 5 Como es de suponer, estas diferencias iniciales estriban en primer término en los mismos órganos generadores, aquellos órganos que propiamente ponen el sello a la sexualidad. Pero en esta clase de diferencias no hemos de entrar aquí, puesto que no son éstas precisamente las diferencias que se discuten.
Téngase, pues, en cuenta para lo sucesivo que, si andamos en busca de las discordancias entre los sexos, será haciendo hincapié tan sólo en aquellos caracteres que se han llamado sexuales secundarios.
77 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica.