aquéllos, o tal vez mejor, el premio de la actitud que suponen aquéllos, como si dijéramos la recompensa de la humildad que ha tenido el razonador.
Si; hay que empezar por lo exterior, hay que empezar por la actitud. Hay que abandonar todo orgullo. Toma agua bendita, diremos siempre con Pascal toma agua bendita.
Lo que he llamado alguna vez «la paradoja de la invención» consiste en lo siguiente. De una parte: todo inven.
to, todo descubrimiento científico es hijo de la casualidad. De otra parte: únicamente realizan invenciones serias, descubrimientos científicos, los sabios. Hay aquí una contradicción? No. Vol.
vamos siempre a la concepción psicoló.
gica periférica. La invención, el descubrimiento, no un efecto de la erudición, del continuado estudio, de la actitud vital y aun profesional; pero son su recompensa, el milagro concedido a la larga humildad, y, únicamente a ella. La inspiración, la intuición genial, no es el efecto del razonamiento, pero le sigue. El mismo razonamiento no es un efecto de la memorización, no está determinado por ella, pero la sigue.
71 son Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica.