mada, ya que no completa del fenómeno. Este momento, momento de gracia, separa de una manera casi brusca el estado de no posesión del estado de posesión del conocimiento de que se trate. Tenéis presente lo que os ha ocurrido en cada uno de vuestros aprendizajes de una lengua nueva? Recordad, recordad. Hubo un día, una mañana, una hora, en que al tomar un libro, al comenzar una conversación, o simplemente al levantaros, os disteis cuenta de que sabías el francés, el inglés, el latín. El día anterior, la noche precedente, la hora inmediatamente anterior, no poseíais aún esa lengua. Desde este punto en adelante, la poseéis. Entre la suma de los conocimientos acumulados hasta tonces y la suma de fuerza y facilidades que a partir de este instante sagrado, tendrá el sujeto a su disposición, hay una diferencia, y una diferencia decisiva. Es, diríase, el momento en que se cobra el interés del capi, tal, interés de mil por ciento. En teoría el interés corre siempre, se produce siempre, pero de hecho hay un momento en que se cobra, en que éste en69 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.