orgullo, sino los seres mezquinos que, por accidente, reciben alguna de las reconipensas.
En un pequeño cementerio de Ecclefechan yace la tumba de Thomas Carlyle, un gran hombre de letras, y sobre la lápida está inscrita esta sola palabra. Humilitate. Bajo esta noble protesta de humildad yacen los restos mortales de una de las más grandes almas de la tierra.
La humildad es dócil, y aprende de todo el que pasa. El orgullo no aprende nada; su propia imagen se lo impide.
El orgullo es un mendigo que pide su limosna de elogio a la puerta de todo hombre. La humildad es de estirpe real, camina libre de temor y de favores.
Así, pues, si tiene Ud. verdadera humildad de corazón, cuenta Ud. por lo menos, con algunos de los elementos de la Superioridad. La compañía del hombre Superior nunca cansa, sea cual fuere el grado de intimidad. Cuente Ud. sus amigos y conocidos. Cuál es la proporción de los que pueden pasar con éxito por la prueba de la intimidad. Con cuántos de ellos desearía Ud. pa66 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica